Ambas partes en la relación Reino Unido-UE establecieron un nuevo capítulo de cooperación mediante la firma de acuerdos comerciales y de defensa para reducir los obstáculos empresariales. La cumbre Reino Unido-UE mostró la finalización formal del Brexit por ambas partes mediante nuevos acuerdos comerciales y de seguridad.
La cumbre celebrada en Londres entre el Primer Ministro Keir Starmer y la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dio lugar a un nuevo acuerdo que reduce las barreras comerciales al tiempo que impulsa la cooperación en materia de seguridad. El acuerdo establece ventajas mutuas que describió Starmer. Gran Bretaña ha recuperado su posición de potencia mundial.
Los acuerdos establecidos para eliminar los obstáculos al comercio empresarial que afectaban a los exportadores de alimentos y productos agrícolas desde el Brexit. Los acuerdos entre Gran Bretaña y la UE pretenden mejorar el comercio entre empresas y minimizar tanto los costes para el consumidor como los retrasos en la tramitación.
El acuerdo no presenta ningún esfuerzo para devolver el Brexit mientras que maximiza las condiciones existentes para el Brexit. El Gobierno laborista ha negociado recientemente acuerdos comerciales con Estados Unidos e India, mientras que el acuerdo con la UE se presenta como una iniciativa económica estratégica para impulsar el crecimiento y mejorar unas relaciones internacionales dañadas.
El acuerdo de defensa implanta sistemas de colaboración en materia de seguridad e inteligencia entre las naciones, al tiempo que indica su necesidad de una presencia atlántica unificada en tiempos de inestabilidad mundial. Según Starmer, el acuerdo tiene dos objetivos: proteger los intereses británicos y potenciar el poder mundial.
Múltiples voces expresan reacciones negativas a estos acuerdos. El Partido Conservador atacó rápidamente la decisión de los laboristas afirmando que el cumplimiento de las normas de la UE mermaría la soberanía británica debido al control regulador de la UE, al tiempo que impediría la participación del Reino Unido en los procesos de toma de decisiones. La líder del Partido Conservador, Kemi Badenoch, declaró que Bruselas vuelve a tomar el control del Reino Unido a través de sus nuevos acuerdos.
El acuerdo de derechos de pesca de 12 años demuestra las continuas concesiones del Reino Unido a los buques pesqueros de la UE, según los críticos que se opusieron al acuerdo. Los partidarios del Brexit ven este acuerdo como un movimiento estratégico de los pragmáticos que pretenden restablecer el dominio de la UE manteniéndolo oculto.
En general, las empresas aceptan la reducción de las barreras comerciales y esperan una mayor estabilidad del mercado a pesar de la oposición. El nuevo acuerdo permite a los ciudadanos británicos utilizar las puertas electrónicas en las fronteras de la UE y amplía sus permisos de viaje por Europa.
El éxito de este acuerdo depende principalmente de su capacidad para ofrecer ventajas económicas concretas mientras los votantes determinan si esta asociación representa desarrollo en lugar de retirada.