Microsoft ha anunciado que está "ralentizando o pausando" varios proyectos de centros de datos, incluido uno por valor de 1.000 millones de dólares en Ohio, al replantearse la infraestructura que necesitará para apoyar sus objetivos de inteligencia artificial (IA). La decisión implica que el rápido crecimiento de la demanda de IA y computación en la nube puede no requerir la extensa red de instalaciones de alta potencia que se planearon inicialmente y que, por tanto, está provocando un cambio estratégico para el gigante tecnológico.
Microsoft ha confirmado que pone fin a la fase inicial de desarrollo de centros de datos en terrenos rurales de su propiedad en el condado de Licking, en el centro de Ohio, cerca de Columbus. Dos de los tres terrenos que se iban a destinar a centros de datos se utilizarán ahora con fines agrícolas, ya que la empresa ha cambiado sus prioridades. Esto se debe a que Microsoft está reevaluando la expansión masiva de su infraestructura que se puso en marcha para atender la creciente demanda de IA y servicios en la nube.
En un post de LinkedIn, Noelle Walsh, presidenta de operaciones de computación en la nube de Microsoft, explicó los cambios. "En los últimos años, la demanda de nuestros servicios en la nube y de IA ha sido mucho mayor de lo que habíamos previsto, por lo que nos hemos embarcado en el mayor proyecto de infraestructura de nuestra historia", escribió. Walsh dijo que la compañía tiene que ser flexible, al tiempo que añadió que "un esfuerzo tan masivo exige agilidad y refinamiento a medida que nos alineamos con las necesidades del cliente. Esto significa ralentizar o pausar algunos proyectos en fase inicial".
Microsoft no reveló otros proyectos que se vieron afectados el miércoles, pero reveló en diciembre de 2024 que estaba poniendo en espera las últimas etapas de un importante complejo de centros de datos en Wisconsin. La falta de detalles sobre otros emplazamientos significa que la empresa está llevando a cabo una revisión de su huella global mientras trata de determinar qué inversiones siguen siendo cruciales para su crecimiento impulsado por la IA.
La pausa del proyecto de Ohio puede ser una mala noticia para las expectativas económicas locales, ya que se sabe que los centros de datos crean empleo e invierten en la zona. Microsoft puede estar tratando de encontrar un equilibrio entre los intereses de la comunidad y su nueva estrategia mediante la reorientación de los terrenos hacia la agricultura, aunque se desconoce el impacto de esta medida en la región a largo plazo. La decisión es prudente, ya que Microsoft pretende operar en un entorno en el que el entusiasmo por la IA sigue siendo elevado, pero puede que no justifique la escala de los planes originales.
Este cambio se produjo durante un periodo de agresiva expansión debido a la creciente popularidad de la IA, así como a la competencia entre los gigantes tecnológicos para proporcionar potencia de cálculo a los modelos avanzados. El retroceso de Microsoft sugiere una maduración del mercado, en el que la eficiencia y la precisión en la asignación de recursos están primando sobre el crecimiento desenfrenado. La empresa sigue apostando por el liderazgo en la nube y la IA, pero lo hace a un ritmo sostenible.
De momento, parece que Microsoft se está centrando en la optimización de los proyectos existentes y el perfeccionamiento de la infraestructura para satisfacer la demanda real. La pausa en Ohio y otros lugares es un ejemplo de los retos que plantea la previsión en un panorama tecnológico que cambia rápidamente y en el que un exceso de construcción puede provocar tensiones financieras. A medida que Microsoft realice cambios, sus acciones pueden afectar a otras empresas del sector y, por tanto, ralentizar toda la carrera de la infraestructura de IA, al tiempo que se subraya la importancia de la sostenibilidad por encima de las ganancias a corto plazo.